REFLEXIONES de un FOTÓGRAFO y VIDEÓGRAFO.

La vida es una escuela y todo lo que nos sucede no son más que lecciones que nos traen un gran aprendizaje, a veces este aprendizaje llega a base de golpes duros, y cuando la vida te golpea de esa manera, en ese momento, es cuando tienes que elegir entre dos opciones: puedes levantarte y preguntarte ¿qué he aprendido de esto? volverte más fuerte y seguir adelante con tus cicatrices o puedes quedarte en el suelo y lamentarte hasta el fin de tus días-(Raquel del Rosario).

Esta interesante reflexión me hace pensar en todas esas personas que dejan de pasar la oportunidad de tener un buen recuerdo como legado, del que luego se arrepentirán toda la vida, si no lo hicieron en su momento. Ni siquiera le dan valor a ese recuerdo con el cual la recordaríamos por esta corta vida. Pienso entonces que la vida es como el vuelo de un pájaro y el destino de ese vuelo tiene seleccionadas a una serie de personas que te acompañarían en ese viaje que es precisamente tu vida, los cuales, te recordarán o se olvidarán de tu paso por ella.

Hoy he llegado a la conclusión de que nos estamos dejando llevar a un lado muy negativo cuando sólo pensamos en la crisis que nos inunda, y nos olvidamos que lo más importante es el legado que dejaremos a nuestros hijos y familiares el día de mañana. Dejar de pasar oportunidades de hacer cosas que perduren, cosas bien hechas, y saber que eso sí permanecerá con el paso del tiempo, haya crisis o no.

Cuantos arrepentimientos vemos todos los días por no hacer lo que deseamos, y por no darle su valor, lo dejamos de correr. Vivimos acelerados, agobiados por mil cosas y no nos percatamos de tantas necesidades que tenemos a nuestro alrededor e incluso en nuestro interior que deberíamos de reflejar para el futuro. Y lo más bonito es crear ese recuerdo para que podamos decir más adelante: sí lo he podido hacer.

Los que nos dedicamos a plasmar todo eso nos consideramos cazadores de imágenes, o sea, Fotógrafos y Videógrafos, que con todas nuestras herramientas disponibles a nuestro alcance, nos lanzamos a esa aventura de capturar la gran mayoría de esos instantes para nuestros clientes, los cuales nos lo agradecen con una compensación económica. Pero el tiempo no regresa, solo avanza, y si se deja de pasar oportunidades de poder capturar esos momentos te arrepentirás toda tu vida.

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos, pero esos instantes déjalo capturar por una persona que entienda del tema y no pienses que no puedes hacerlo.

La tecnología avanza muy deprisa y se nos pone al alcance de muchos rápidamente, pero no sabemos utilizarla. La imágenes que capturamos con las cámaras digitales, móviles y tablets, son muy efímeras porque sólo valen para unos pequeños instantes, de los cuales nos sentiremos muy orgullosos, sí, pero que nos cansaremos como lo que dura el trayecto de una estrella fugaz. Sin embargo, los cazadores de imágenes sabemos qué hacer para que esto perdure en el tiempo, y cuando dejemos de existir, continúen con su misión de reflejar lo que fuimos.

Las personas que pasan por nuestras vidas son únicas. Nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros hijos y los hijos de ellos que serán nuestros nietos. Y eso solo pasará una vez. Por eso dejar de pasar esos momentos irrepetibles en manos de personas que no saben capturar dichos momentos es lo peor que puedes hacer. Para eso están los verdaderos cazadores que son los Fotógrafos y Videógrafos que antes os comentaba. Dale valor a su trabajo. No os dejéis llevar a un terreno para muchos desconocido que creen que entienden, pero que a la hora de la verdad no saben expresarlo, y contrata a un verdadero cazador de recuerdos.